Si cocinás seguido, sabés que la campana extractora es uno de esos electrodomésticos que acumula grasa más rápido de lo que te gustaría admitir. Ya sea en una casa particular o en una cocina profesional, mantenerla limpia no solo es una cuestión de estética, sino también de higiene, seguridad y rendimiento. La limpieza de campanas no se trata solamente de pasar un trapo por fuera: hay un mundo detrás de los métodos, productos y técnicas que usan los expertos para dejar estos sistemas funcionando como nuevos.
En este artículo te vamos a contar todo lo que necesitás saber sobre la limpieza de campanas de cocina, desde cómo sacarle brillo a una campana de acero inoxidable hasta cómo se limpian los ductos internos que no se ven pero que hacen toda la diferencia. Todo ello, con consejos de una empresa experta en limpieza.
1. Limpieza de campanas de cocina por fuera
La parte externa de la campana extractora es la primera en ensuciarse y la última en recibir atención. Muchas veces creemos que con pasar un trapo húmedo ya está, pero lo cierto es que esa grasa que se acumula día a día requiere una limpieza más profunda y consciente. Además, si tu campana está a la vista, mantenerla impecable mejora muchísimo la estética de la cocina.
¿Cómo limpiar la campana de la cocina por fuera?
Si querés que la campana luzca siempre como nueva, necesitás combinar limpieza frecuente con los productos adecuados. Una técnica casera efectiva es usar una mezcla de vinagre blanco y agua tibia en partes iguales. Rociás la superficie, dejás actuar unos minutos y luego pasás un paño de microfibra. Si la grasa está muy pegada, podés agregar una cucharada de bicarbonato de sodio a la mezcla, lo que ayuda a disolver la suciedad sin dañar el material.
En limpiezas profesionales se utilizan desengrasantes específicos, aptos para superficies metálicas, que penetran la grasa sin dejar marcas ni dañar acabados. Estos productos están pensados para remover residuos acumulados sin esfuerzo, ideal para cocinas que tienen un uso intensivo.
¿Con qué frecuencia se debe limpiar la campana por fuera?
Depende del uso que le des a tu cocina, pero como regla general, te recomendamos hacer una limpieza superficial una vez por semana, y una limpieza más profunda una vez al mes. Si cocinás frituras o platos grasosos con frecuencia, esa periodicidad debería ser mayor.
Esperar demasiado puede hacer que la grasa se seque, se adhiera con más fuerza y sea más difícil de sacar. Además, el polvo del ambiente se mezcla con esa grasa y genera una capa pegajosa bastante desagradable.
¿Qué errores se deben evitar al limpiar la parte externa de la campana?
Uno de los errores más comunes es usar esponjas metálicas o productos abrasivos. Aunque parezca que sacan la grasa más rápido, pueden rayar la superficie y dañar el acabado, sobre todo si tenés una campana de acero inoxidable.
Tampoco es recomendable usar limpiadores con amoníaco o cloro, ya que pueden dejar manchas permanentes o alterar el color del material. Otro error clásico es limpiar con apuro: si no dejás actuar el producto o pasás el trapo de forma despareja, solo vas a mover la grasa de un lado a otro.
¿Cómo limpiar la campana de la cocina de acero inoxidable?
Las campanas de acero inoxidable tienen ese look moderno y profesional que a muchos nos encanta, pero también requieren un poco más de atención a la hora de limpiarlas. El acero puede rayarse con facilidad o mancharse si usás productos no adecuados. Por eso, es fundamental saber qué hacer (y qué no hacer) si querés que se mantenga brillante y sin marcas.
Lo primero que tenés que saber es que siempre hay que limpiar en el sentido de la veta del acero, es decir, en la dirección que tiene el pulido de fábrica. Usá un paño de microfibra seco o ligeramente humedecido con agua tibia y unas gotas de detergente neutro. Esto es ideal para limpiezas regulares, cuando no hay demasiada grasa acumulada.
¿Qué productos son seguros para el acero inoxidable?
No todo lo que limpia bien es apto para acero. Algunos productos, como los limpiadores en polvo, la lavandina o los desengrasantes muy agresivos, pueden arruinar el acabado, dejar manchas blancas o incluso oxidar la superficie con el tiempo.
En cambio, los productos seguros y recomendados para campanas de acero inoxidable son:
Detergente neutro (mezclado con agua tibia)
Vinagre blanco (con agua, en proporción 1:1)
Aceite mineral o de bebé (para dar brillo después de la limpieza)
Limpiadores específicos para acero inoxidable (los encontrás en casas de limpieza o supermercados grandes)
2. Limpieza de conductos de campanas de cocina
Cuando hablamos de la limpieza de campanas, muchas veces nos enfocamos solo en lo que se ve por fuera. Pero lo más crítico (y también lo más olvidado) es lo que pasa adentro: los conductos o ductos de extracción. Estos canales internos son los que transportan el aire, el humo y la grasa fuera de la cocina. Si no se limpian regularmente, pueden convertirse en un verdadero problema.
¿Por qué es importante la limpieza de los conductos?
Los ductos sucios no solo reducen la eficiencia del sistema de ventilación, sino que también representan un riesgo real de incendio. La grasa acumulada en su interior es altamente inflamable. Además, si el sistema no está funcionando correctamente, puede generar contaminación cruzada de olores y partículas, algo crítico en cocinas gastronómicas o espacios compartidos.
También hay que considerar el impacto en la salud y el confort: un conducto tapado hace que la campana no extraiga bien, el aire se sienta más pesado y los olores se impregnen en cortinas, muebles y ropa. Si notás que la campana “chupa menos”, puede que el problema esté en los ductos y no en el motor.
¿Cada cuánto se recomienda la limpieza de ductos y campanas de cocina?
La frecuencia ideal depende mucho del tipo de cocina:
En hogares: se recomienda hacer una limpieza profesional de los conductos al menos una vez por año, aunque si cocinás mucho con aceite o frituras, lo ideal es hacerlo cada 6 meses.
En cocinas industriales o gastronómicas: la limpieza debería realizarse cada 3 a 4 meses como mínimo, ya que el uso intensivo genera acumulación más rápida y peligrosa de grasa.
No esperes a que haya olor o mal funcionamiento para actuar. Incluir la limpieza de ductos en tu rutina de mantenimiento puede evitarte gastos mayores y riesgos innecesarios.
¿Qué productos se usan en un servicio de limpieza de campanas extractoras?
Cuando contratás un servicio profesional de limpieza de campanas extractoras, no solo estás pagando por el trabajo, sino también por el uso de productos específicos y tecnología pensada para lograr una limpieza profunda y segura. Las empresas especializadas, como A Fondo Higiene, utilizamos desengrasantes de grado industrial, detergentes espumógenos y productos biodegradables que garantizan resultados sin dañar las superficies ni afectar la salud de quienes manipulan la cocina.
Estos productos están diseñados para disolver grasa carbonizada, residuos difíciles y acumulaciones que no se ven a simple vista, especialmente en zonas internas como los filtros, los ductos y el motor. Además, tienen certificaciones sanitarias que los hacen seguros para usar en cocinas gastronómicas o de alto tránsito.
¿Qué diferencia hay entre productos caseros y profesionales?
Aunque los productos caseros (como el vinagre blanco, el bicarbonato o el detergente de cocina) pueden servir para limpiezas rápidas o cotidianas, su eficacia frente a grasa acumulada y restos carbonizados es muy limitada. Necesitás mucho más tiempo, esfuerzo físico y, muchas veces, los resultados no son parejos. Además, algunos elementos caseros mal combinados pueden generar reacciones no deseadas o incluso dañar ciertas superficies.
En cambio, los productos profesionales están diseñados específicamente para actuar rápido y de forma segura, sin necesidad de frotar demasiado. Son más concentrados, tienen agentes activos que disuelven la grasa vieja y permiten alcanzar un nivel de higiene que con productos caseros es difícil lograr. Esto es clave, sobre todo en cocinas gastronómicas o de alto uso, donde no se puede correr el riesgo de dejar restos que afecten la ventilación o la seguridad del lugar.
3. Limpieza especial para quitar grasa de la campana
Con el uso diario, las campanas de cocina acumulan una capa de grasa que no solo es antiestética, sino también riesgosa. Esta grasa, si no se limpia con frecuencia, puede volverse pegajosa, endurecerse y convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Una limpieza superficial no alcanza: necesitás un enfoque más profundo y específico para eliminarla por completo.
¿Cómo limpiar la grasa de la campana de cocina?
Para desincrustar la grasa acumulada, lo ideal es seguir un paso a paso que combine productos efectivos con técnicas adecuadas:
Desconectá la campana para evitar cualquier riesgo eléctrico si vas a manipular el interior.
Retirá los filtros y sumergilos en agua caliente con un desengrasante potente. Si no tenés uno industrial, podés usar bicarbonato con vinagre, aunque va a requerir más tiempo y esfuerzo.
Mientras tanto, limpiá la estructura externa con una esponja suave y un producto específico para el tipo de material (por ejemplo, acero inoxidable).
Para las zonas más críticas, usá un cepillo de cerdas duras o un cepillo de dientes viejo, ideal para las esquinas y las rendijas.
Enjuagá bien, secá con un paño limpio y volvé a colocar los filtros una vez que estén completamente secos.
Lo importante es no dejar restos de grasa ni de producto, ya que ambos pueden afectar el rendimiento del extractor.
¿Qué tipo de grasa se acumula en las campanas y por qué es tan difícil de quitar?
La grasa que se acumula en las campanas proviene del vapor generado al cocinar. Cuando freís, hervís o asás, pequeñas partículas de grasa se evaporan y suben, quedando atrapadas en los filtros o adheridas a las superficies internas del equipo. Con el tiempo, esa grasa se mezcla con polvo, restos de humo y humedad del ambiente, formando una película densa y pegajosa que se seca y endurece.
Este tipo de grasa no sale con una simple pasada de trapo o detergente común. Es necesario usar productos que la disuelvan químicamente o aplicar vapor a alta temperatura para reblandecerla.
¿Es mejor desmontar la campana para quitar la grasa más profunda?
Depende del nivel de suciedad y del tipo de campana. En algunos casos, desmontar la campana puede facilitar muchísimo el acceso a zonas internas donde la grasa se acumula sin que lo notemos: el motor, las conexiones eléctricas y los ductos de ventilación. Pero no siempre es necesario.
Si tenés una campana de tipo doméstico y hacés limpiezas frecuentes, probablemente no haga falta desmontarla. En cambio, en cocinas industriales o gastronómicas, donde la exposición al vapor graso es continua, sí se recomienda desmontarla cada ciertos meses para una limpieza integral.
4. Limpieza de campanas gastronómicas
En las cocinas profesionales, como las de restaurantes, comedores industriales o locales de comida rápida, la limpieza de las campanas no es una opción: es una obligación. Estas campanas trabajan muchas más horas por día que una doméstica, y están expuestas a un volumen mayor de vapores, grasa y residuos.
¿Cómo limpiar una campana de cocina industrial?
La limpieza de una campana industrial no se parece en nada a la de una cocina hogareña. El proceso debe ser mucho más profundo y estructurado. Te compartimos los pasos clave:
Desarme completo de filtros, bandejas y paneles desmontables. Todo lo que se pueda retirar, se lleva a limpieza por separado.
Aplicación de desengrasantes industriales, formulados especialmente para cocinar en gran volumen. Estos productos no dañan el acero ni dejan residuos químicos. Cepillado manual y lavado a presión. Algunas empresas usan hidrolavadoras o vapor seco para mejorar los resultados, especialmente en cocinas con alto tránsito.
Limpieza interna de los conductos y turbinas. En este paso se requiere maquinaria específica y personal capacitado, ya que se trata de zonas que no son accesibles fácilmente.
Secado, armado y prueba de funcionamiento. Todo debe quedar impecable y operativo para volver a usarse al instante.
¿Qué normativas deben cumplir las campanas gastronómicas en cuanto a higiene?
En Argentina, las cocinas profesionales están sujetas a controles regulares por parte de entes municipales y bromatológicos. Las campanas gastronómicas deben cumplir con ciertas exigencias:
Limpieza periódica comprobable, con registro de fecha y responsable.
Uso de productos autorizados por ANMAT y seguros para entornos donde se manipulan alimentos.
Sistemas de ventilación libres de grasa y obstrucciones.
Mantenimiento preventivo de motores y ductos.
Además, muchos municipios exigen certificados de limpieza de campanas emitidos por empresas habilitadas. No cumplir con estas normas puede llevar a multas, clausuras o incluso poner en riesgo la salud de quienes trabajan y consumen en el lugar.
A lo largo de este artículo, vimos distintos enfoques y técnicas según el tipo de campana y su uso: desde tips simples para el hogar hasta intervenciones profundas en campanas industriales o gastronómicas. También repasamos los errores comunes, los productos más seguros para cada superficie y la importancia de los intervalos de limpieza adecuados.
¿La clave? Saber cuándo y cómo actuar. Una campana bien mantenida rinde mejor, consume menos energía y dura más años. Y sobre todo, te da la tranquilidad de que tu cocina es un espacio seguro, limpio y en condiciones.